Listeriosis en embarazadas: cómo evitarlo
La mayoría de las infecciones de listeria son tan leves que pueden pasar desapercibidas sin representar peligro alguno para la mayoría de la población. Sin embargo, esta enfermedad bacteriana puede resultar muy grave para las mujeres embarazadas y las personas con sistemas inmunitarios debilitados.
¿Qué es la Listeriosis?
La listeriosis es una enfermedad bacteriana generalmente causada por el consumo de alimentos contaminados con la bacteria Listeria Monocytogenes. Entre las personas con un buen estado de salud se trata de una enfermedad poco frecuente, salvo cuando hablamos de listeriosis en embarazadas. En estos casos, a pesar de contar con un óptimo sistema inmunológico, el riesgo de contraer la enfermedad es mucho más elevado y es considerada una infección grave.
Síntomas y complicaciones
Ante cualquier sospecha de la presencia de una infección de listeria en el embarazo, es necesario acudir a un profesional médico de inmediato para que este pueda realizar las comprobaciones y tomar las medidas pertinentes. Pero, ¿cómo saber si tengo listeria en el embarazo?. A continuación, se expone un listado con los síntomas más comunes de la listeriosis en el embarazo:
- Fiebre
- Escalofríos
- Dolores musculares
- Náuseas
- Diarrea
Por otro lado, si la infección de listeria se extiende hasta el sistema nervioso, se pueden dar también los siguientes síntomas:
- Dolor de cabeza
- Rigidez en el cuello
- Confusión o cambios en el nivel de alerta
- Pérdida de equilibrio
- Convulsiones
Asimismo, hay que tener en cuenta que los síntomas de la listeriosis en embarazadas pueden empezar a manifestarse desde unos días después de haber ingerido alimentos contaminados, hasta 30 días después.
A pesar de todos estos posibles síntomas, la mayoría de las veces la listeriosis se manifiesta de una forma tan leve que pasa desapercibida. Existiendo también el otro extremos en el que esta infección conlleva complicaciones que pueden llegar a poner en riesgo la vida de la persona afectada, como pueden ser:
Infecciones sanguíneas generalizadas
Inflamación de las membranas y el líquido que rodean el cerebro (meningitis)
Cómo evitar el contagio
Las personas con características que incrementan el riesgo de sufrir infecciones graves deben evitar la ingesta de los alimentos con mayor probabilidad de contener la bacteria de la listeria. Asimismo, existen una serie de medidas preventivas que disminuyen las posibilidades de contraer esta enfermedad:
- Antes de manipular los alimentos es importante lavarse las manos.
- Después de cocinar hay que lavar los utensilios con agua caliente y jabón.
- Limpiar los vegetales crudos con cepillo y mucha agua corriente.
- Usar un termómetro de cocina para asegurar que la carne, aves y huevos se cocinan a una temperatura segura.
La mejor manera de combatir la listeriosis en mujeres embarazadas es acudiendo regularmente a un especialista que se encargue de hacer un seguimiento del embarazo para conocer las mejores medidas preventivas adaptadas a cada contexto. Así como para, en caso de haber contraído esta enfermedad, poder actuar con la mayor celeridad posible. El seguro para embarazadas de DKV es perfecto en esos casos, ya que cuenta con servicios clave como el seguimiento durante el embarazo, el acceso a especialistas, asistencia primaria… entre otros muchos.
¿Qué pasa si tienes listeria en el embarazo?
La listeria en el embarazo suele provocar síntomas leves en la madre. Sin embargo, puede llegar a ser mortal tanto para los bebés que van a nacer como para los recién nacidos. Como ya se ha mencionado previamente, las mujeres embarazadas son mucho más vulnerables a la listeriosis que otros adultos sanos. Aunque una infección de listeria puede conllevar únicamente una enfermedad leve en la embarazada, estas son algunas de las consecuencias para el bebé:
- Aborto espontáneo
- Muerte fetal intraútero
- Nacimiento prematuro
- Una infección potencialmente mortal después del nacimiento
¿Qué alimentos pueden contener Listeria?
La bacteria de la listeria se encuentra en el suelo, el agua y las heces de los animales, desde donde pasa a los alimentos. Por provenir de un suelo contaminado, el uso de estiércol contaminado como fertilizante y otros muchos motivos, los principales alimentos con potencial de contener listeria son:
- Lácteos no pasteurizados.
- Fiambres procesados de forma inadecuada.
- Vegetales crudos.
- Carne contaminada.
- Ciertos alimentos procesados, como quesos blandos (como el feta, brie, Camembert o queso azul)
- Perritos calientes o carnes frías.
- Mariscos ahumados.
